jueves, 26 de noviembre de 2009

PROPOSITO DEL BLOG




Las razones por las que se ha creado este blog es de caracter escolar, ya que la elaboracion de uno sobre cierto tema y que que en este caso es la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán, es un trabajo de escuela.
Pero las intenciones de elegir el tema ya mencionado es apreciar la belleza e importancia de nuestra region, retomando un elemento existente en nuestra localía y ademas valorarlos, como lo es la flora y fauna.



¿QUE ES LA RESERVA DE LA BIOSFERA TEHUACAN-CUICATLAN?

Es una zona natural protegida localizada entre los estados de Puebla y Oaxaca, en el sureste de México. Se denomina de esa forma porque esos son los nombres de las dos principales poblaciones que se localizan en la zona (Tehuacán es una ciudad poblana y Cuicatlán es un municipio oaxaqueño situado a 211 kilómetros al sureste de Tehuacán).




LOCALIZACION:
Se encuentra aproximadamente a 150 km al Sureste de la Ciudad de México entre las ciudades de Puebla y Orízaba. La depresión de Tehuacán-Cuicatlán-Quiotepec está considerada dentro de la provincia fisiográfica de la Mixteca Oaxaqueña. La reserva está delimitada al occidente por el borde de la Sierra Mixteca y al oriente por tres macizos montañosos: en la parte norte por la Sierra de Zongólica, en la parte intermedia por la Sierra Mazateca y al Sur por la Sierra de Juárez. Dentro del área protegida se encuentran los ríos Tomellín, Chiquito, las Vueltas, Salado, Zapotitlán y Río Grande, formando parte de la cuenca del río Papaloapan, el cuál desemboca en el Golfo de México. Tehuacán-Cuicatlán fue creada en 1998 y cubre una superficie de 490.187 ha. Debido a lo accidentado de la región y a su variación en la precipitación anual, se han creado microclimas que provocan la existencia de una gran riqueza de flora y fauna, que además se enriquecen por la confluencia de dos regiones biogeográficas que son la Neártica y la Neotropical.




GEOGRAFIA:

La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán forma parte de la Sierra Madre del Sur y ocupa la zona noroccidental de la subprovincia de la Meseta de Oaxaca. Se localiza en el extremo surdeste del estado de Puebla y nordeste de Oaxaca entre las latitudes 17° 39' - 18° 53' N y longitudes 96° 55' - 97° 44' W. La superficie que cubre es de 490.187 ha, y su altitud varía de los 600 a los 2.950 msnm. La temperatura media anual en el valle de Tehuacán varía entre los 18° a 22°C, y aumenta a 24.5°C en Cuicatlán (INEGI 1981). El clima árido es controlado en gran parte por la Sierra de Zongólica que se encuentra entre el valle y el Golfo de México, ya que los vientos húmedos y las nubes cargadas de agua son interceptados por las montañas. El promedio anual de precipitación en la región del valle varía desde los 250 a 500 mm, y se presenta principalmente de mayo a octubre, con mayores posibilidades de precipitación entre junio y septiembre (Enge y Whiteford 1989).



El valle de Tehuacán presenta un mosaico de afloramientos de diferentes eras geológicas y composición. En general el área presenta sedimentación del Terciario Temprano, seguida de algunas actividades volcánicas en el Plioceno y Pleistoceno. Parte de la Sierra de Zongólica tiene afloramientos de rocas metamórficas del Paleozoico. En las partes bajas se encuentran sedimentos del Terciario, areniscas y conglomerados del Cuaternario (López-Ramos 1981).




El aislamiento en el que se encuentra el valle de Tehuacán-Cuicatlán y los cambios climáticos, hacen que se presente una gran diversidad y endemismo de plantas. El valle es considerado por algunos especialistas como centro de especiación. Cuenta con cactáceas columnares de hasta 15 m. Entre la riqueza vegetal destacan los cactus y la presencia del 10% de agaves del total registrado en el país (Arias et al. 2001, Bravo-Hollis 1978).



La reserva ocupa las cuencas altas de las regiones hidrológicas del Balsas y del Papaloapan. Las aguas superficiales permanentes comienzan cerca de Coxcatlán, donde varios cursos de aguas convergen incluyendo al río Zapotitlán, la mayor superficie estacional de agua de lluvia en los alrededores de las tierras altas (Davila y Herrera-MacBryde 1994-1997).





El valle es una de las regiones del continente americano donde se han encontrado vestigios humanos de 7.000 años antes de nuestra era y corresponden a la domesticación del maíz (Zea mays), y principio del sedentarismo que da inicio al desarrollo cultural y establecimiento de civilizaciones (MacNeish 1972). Los grupos étnicos presentes en la zona están conformados por mixtecos y popolocas, descendientes de los olmecas. Existen también grupos de mazatecos, chinantecos, nahuas, chocholtecas y cuicatecos (CONANP 2000).


Los sitios paleontológicos y arqueológicos del valle han sido poco estudiados y promovidos; existen representaciones de la cultura popoloca en la cima del cerro de la Máscara o Cuthá, así como los vestigios humanos de más de 7.000 años antes de nuestra era.






FLORA:

La región tiene una gran variedad de hábitats relacionados con las variaciones en la topografía, altitud, substratos geológicos y clima, lo que propicia formaciones y asociaciones de vegetación. Las comunidades vegetales son afectadas por la marcada estacionalidad de la precipitación, con básicamente seis meses de sequía que van de noviembre hasta abril. La flora es muy rica con 910 géneros de plantas de los cuáles 2.700 especies son plantas vasculares. El endemismo de plantas se estima en un 30% (Dávila-Aranda 1983, Arriaga et al. 2000).




El sureste del valle de Tehuacán es considerado uno de los tres centros mexicanos más ricos en el grupo taxonómico Agave; de los 250 géneros endémicos de México el 10 % se encuentra en la región. Los principales tipos de vegetación y uso de suelo en la región que comprende parte del área protegida y la región terrestre prioritaria del valle de Tehuacán-Cuicatlán son: la selva baja caducifolia con un 29% del territorio de la reserva; terrenos dedicados a la agricultura, crianza de ganado, y de explotación forestal con el 22%; el bosque de encino y pino con 21%; el matorral desértico rosetófilo con predominancia de arbustos espinosos y una presencia importante de cactáceas con el 10%; el matorral crasicaule con vegetación dominada por cactáceas de gran tamaño con el 8%; y otros tipos de vegetación con el 10% (Arriaga et al. 2000).



FAUNA:

Las montañas que rodean la reserva son parte de la cadena ininterrumpida que viene de los Estados Unidos de Norteamérica y que continua y atraviesa longitudinalmente a América Central. En el Norte, la Sierra Madre Oriental separa los estados de Puebla y Veracruz y finaliza en el cinturón volcánico transversal de México, el cual se extiende hasta las costas del Atlántico; al Sur se encuentra la Sierra de Zongólica y la Sierra de Juárez. Estas extensiones montañosas han sido un puente para la dispersión de plantas y animales por miles de años (Smith 1965). La fauna de la región es de más de 100 especies de mamíferos de los cuales 16 son endémicos.





Algunas especies representativas de la zona son el puma (Puma concolor), el venado cola blanca (Odoicoileus virginianus), el pecarí de collar (Tayassu tajacu), el lince (Lynx rufus), el mapache (Procyon lotor) y los murciélagos como el guanero (Tadarida brasiliensis), el murciélago bigotón (Pteronotus parnellii), y el murciélago vampiro (Desmodus rotundus). Existen 356 especies de aves como la guacamaya verde (Ara militaris) en peligro de extinción, el águila real (Aquila chrysaetos) y halcones como el fajado (Falco femoralis), y el halcón peregrino (Falco peregrinus). En reptiles se han estimado 53 especies, entre ellas el escorpión Heloderma horridum (único saurio venenoso del mundo), la víbora de cascabel (Crotalus sp.), la coralillo (Microrus laticollaris), y la bejuquilla parda Oxybelis aeneus (CONANP 2000, Salas et al. 1995). Se han encontrado además 268 especies de insectos.






AMENAZAS:

Tehuacán-Cuicatlán se decretó en 1998 como Reserva de la Biosfera, y a la fecha se ha estimado que la vegetación primaria con la que cuenta es de entre el 50 y 60% de su situación original (Palma com. pers.). La dirección de la reserva e investigaciones realizadas por científicos durante los últimos 25 años han identificado algunas de las amenazas que afectan gravemente su conservación.

Amenazas Actuales
• Tala y saqueo de cactáceas
• Cacería ilegal
• Pastoreo caprino extensivo
• Relación con comunidades
• Contaminación
• Falta de vigilancia
• Falta de información
• Carreteras y tendidos eléctricos

Tala y saqueo de cactáceas:
En la reserva existe tala selectiva en zonas montañosas donde se encuentran especies como el pino y encino. Estos recursos desde tiempos pasados y hasta nuestros días, están siendo aprovechados por las comunidades para el autoconsumo y muy poco para comercializar, y además existen desmontes para abrir parcelas agrícolas de bajo rendimiento.



Hoy en día la tala ha reflejado los efectos negativos sobre los ecosistemas. La falta de cobertura vegetal ha evitado que el agua se filtre en los mantos acuíferos, por lo que la extracción del agua por medios mecánicos es cada vez más difícil, ya que se requiere perforar entre 100 y 200 m, causando costos más elevados. Por consecuencia existe carencia del vital líquido en la zona y además se ha creado una fuerte erosión de suelos. En la temporada de lluvias las comunidades han visto como las fuertes torrenciales de agua bajan por las laderas de las montañas erosionadas, afectando las zonas urbanas y campos de cultivo.

La falta de vigilancia en la reserva ha propiciado que la zona sea blanco de saqueadores y traficantes de especies como las cactáceas endémicas de la región. Es bien sabido que el tráfico de estas especies tiene un gran mercado tanto a nivel nacional como internacional. Los saqueadores provenientes de otros países han aprovechado las condiciones de pobreza y marginación de las comunidades de la región, y por unos cuantos pesos contratan los servicios de personas locales para colectar especies de interés comercial (para coleccionistas y ornato) y de investigación (para fines médicos). Los saqueos detectados para el país son de grandes cantidades de ejemplares y miles de semillas de cactus. En ciudades como Tehuacán, Puebla, se pueden encontrar algunos viveros que comercializan con plantas ornamentales y especies comunes, pero cuando los clientes muestran interés y preguntan por las cactáceas que no están a la vista, los encargados pueden ofrecerse para conseguir las especies deseadas.


Cacería ilegal

La cacería ilegal no es una práctica nueva en la región; en realidad se viene realizando desde mucho tiempo atrás. Existen antecedentes de aprovechamiento de fauna para autoconsumo en las comunidades, pero también se sabe que los cazadores ilegales provienen de pueblos y ciudades cercanas a la reserva. La cacería en esta región ha llegado a niveles más elevados con la presencia de grupos de extranjeros con equipo de caza sofisticado. Estos cazadores ilegales contratan a los residentes como guías por 300 pesos. Las presas cazadas más comunes son el venado cola blanca, el pecarí, el tejón, las liebres y el puma.


Actualmente las comunidades han formado comités de vigilancia que están trabajando en coordinación con la dirección de la reserva, las autoridades comunales y la PROFEPA. Durante nuestra visita de campo nos enteramos de un operativo realizado hacía unas semanas por un comité de vigilancia, durante el cual se logró detener a un grupo de españoles que habían cazado a dos venados y un puma. Los responsables se remitieron a las autoridades encargadas y se levantó un acta de hechos por estos delitos.

pastoreo caprino

El pastoreo extensivo de chivos llegó a la región con la conquista de los españoles hacia el año 1.530, cuando se apropiaron de las tierras agrícolas de las que dependían las comunidades indígenas. Muchas comunidades fueron relegadas a las sierras donde al paso del tiempo y como estrategia de sobrevivencia las comunidades ganaron concesiones a la corona española para establecer "estancias ganaderas" y así poder preservar su cultura (Barabas 1991, Flannery 1983). Durante más de 500 años la actividad ganadera con predominancia caprina (por su adaptación a las condiciones ambientales y climáticas), ha venido moldeando los paisajes de la zona con consecuencias devastadoras para el suelo y la vegetación. Los hábitos alimenticios de los chivos incluyen casi todo tipo de vegetación lo que ha ocasionado una de las presiones florísticas más serias en la reserva.

El pastoreo, impuesto de alguna forma por la llegada de los españoles, fue aprovechado por las comunidades indígenas para recuperar parte de las tierras perdidas, y a lo largo de todo este tiempo pasó a formar parte de su desarrollo cultural y forma de vida. Actualmente la UNAM desarrolla proyectos de investigación sobre los efectos de los hábitos alimenticios de los chivos sobre la vegetación nativa de la región.

Relación con comunidades

La población que se encuentra dentro de los límites de la reserva Tehuacán-Cuicatlán, está dividida en 31 municipios para el estado de Oaxaca (con una representación del 15% del total de los habitantes) y 20 municipios para el estado de Puebla (con una representación del 85%). En este último estado, tan solo el municipio de Tehuacán cuenta con alrededor de 200.000 habitantes. Esta situación hace que las relaciones entre la administración del área protegida, así como de instituciones gubernamentales y privadas, sea difícil de llevar por el número tan alto de personas con diferentes culturas e idiosincracias.

Algunas regiones como la poblana están en desacuerdo en seguir participando en programas gubernamentales que datan desde hace más de 20 años. Esto es debido a que los apoyos no tienen continuidad, y a nivel gubernamental muchos programas se contraponen. Actualmente varias comunidades de la parte poblana están disgustadas con las políticas de la dirección de la reserva, ya que ésta restringe las actividades de aprovechamiento de los recursos naturales que ellos tradicionalmente hacían, desde antes de la creación de la reserva; como el aprovechamiento de madera, la recolección de leña para su venta y la cacería de subsistencia. Los desacuerdos han ocasionado que los programas de desarrollo y apoyo a las comunidades no sean fáciles de adoptar y que en algunos casos la participación sea nula.

Por otro lado en la parte oaxaqueña, cuando se decretó la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, algunas comunidades promovieron amparos ya que no se les informó cual era su condición legal como dueños de las tierras dentro de la reserva. Actualmente ya se ha brindado este tipo de información en talleres y la gente tiene otra actitud para con la reserva y sus administradores. Esta situación se evidencia con la participación de los habitantes en programas de desarrollo sustentable y de empleo temporal.


Contaminación
La contaminación por basura es un problema que se puede observar a lo largo de caminos federales que rodean y cruzan los límites de la reserva. Los tiraderos al aire libre son más evidentes y en mayores números en la región poblana. Esto se debe sin duda a la alta concentración de habitantes en los alrededores de la ciudad de Tehuacán, donde se encuentra un número significativo de industrias.

Una causa más de los montones de basura que se observan en los caminos federales a lo largo de la reserva, es debido a las peregrinaciones religiosas que recorren a pie los estados de Oaxaca y Puebla para venerar a sus santos.

Falta de vigilancia
Aunque esta reserva cuenta con una plantilla básica de personal (seis individuos), ésta no incluye guardaparques. Sólo cuenta con personal encargado de proyectos y técnicos operativos que durante sus visitas de trabajo realizan inspecciones en zonas específicas de la reserva o comunidades. Esta labor que cubren es importante ya que muestra la presencia de la dirección de la reserva en la región, pero se requiere de un mayor esfuerzo con personal dedicado exclusivamente a éste trabajo, y además su número debería ser mayor para poder cubrir la mayor área posible.

Falta de información

La falta de información ocurre a diferentes niveles, desde la que deberían recibir las comunidades acerca de las regulaciones que se tienen dentro de la reserva, hasta la información de divulgación y señalización en el interior y en los límites de la reserva. En la reserva se encuentra un número grande de municipios con más de 230.000 habitantes, muchos de los cuales dicen desconocer las funciones de la reserva y los límites, por lo que es común que existan problemas de tenencia de tierras. En algunos casos existen personas deshonestas que venden terrenos que se encuentran dentro del área protegida. La falta de señalización también causa que los cazadores y traficantes de especies entren en las zonas más remotas y mejor conservadas.


Carreteras y tendidos eléctricos
La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán es un ejemplo de los grandes riesgos que corren las áreas naturales conservadas, que no cuentan con un decreto de protección. Para ésta reserva el proyecto de construcción de una autopista que cruza la región mejor conservada, aceleró el proceso de su decreto como reserva de la biosfera. El problema se presento por que las autoridades en materia ambiental (SEMARNAP) permitieron la construcción de la autopista, sin los estudios terminados de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Dicho estudio fue terminado cuando la autopista ya se había construido totalmente, por lo que el estudio ya no tenía sentido en ese momento.


Actualmente en la reserva se levantan torres de conducción de electricidad por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los primeros trabajos con tendidos eléctricos tuvieron graves efectos, ya que las comunidades vegetales que se encontraban debajo de las torres fueron destruidas por los trabajadores. Estos mismos resultados se esperan con el actual levantamiento de torres y cables de electricidad.

RESPALDO DE PROTECCION
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) está a cargo de la administración y manejo de las Áreas Naturales Protregidas de México (ANP), y es un órgano desconcentrado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). A partir del 2001, la CONANP es también responsable de implementar los Programas de Desarrollo Regional Sustentable (PRODERS) en las ANP, en las áreas de influencia y en las Regiones Prioritarias para la Conservación (RPC) que no cuenten con un decreto (CONANP 2001).

La CONANP dentro de su Programa de Trabajo 2001 - 2006 para las ANP´s se ha planteado que para tener una administración real y eficiente debe contar con recursos adicionales, lo que implica duplicar la inversión en conservación por hectárea. También se obtendrán recursos económicos para las necesidades de los pobladores por cobro de derechos y servicios, especialmente paisajísticos y turísticos, así como por el desarrollo de servicios ambientales como la captación de agua de lluvia, que es utilizada en las actividades diarias de los pobladores (CONANP 2001).

La reserva tuvo su origen a partir de dos declaratorias de dos áreas naturales protegidas sujetas a conservación ecológica. La primera declaración fue promulgada para el Estado de Oaxaca con fecha de 13 de agosto de 1996, región que se conoció como Valle de Cuicatlán. La segunda declaratoria fue para el Estado de Puebla el 28 de mayo de 1997; la región se llamó Tehuacán-Zapotitlán. El 18 de septiembre de 1998 se firmó el decreto que une las dos zonas en lo que ahora se conoce como Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán que corresponden a la provincia florística Tehuacán-Cuicatlán. Se localiza en el extremo sureste del Estado de Puebla y noreste de Oaxaca entre las latitudes 17° 39' - 18° 53' N y longitudes 96° 55' - 97° 44' W.

La reserva aún no cuenta con un programa de manejo. En años anteriores se realizó un Estudio de Caracterización y Diagnóstico para el programa de manejo por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), pero éste no fue avalado por el Comité Técnico Científico (CTC) de la reserva Tehuacán-Cuicatlán (SEMARNAT-UAM 1997). El CTC esta formado por investigadores de instituciones académicas, ONG's, asociaciones civiles, la dirección de la reserva, y autoridades municipales y federales. Actualmente el CTC trabaja en el programa de manejo y se espera que para este año esté publicado.

La reserva está dotada de una plantilla básica formada por un director (MVZ. Fernando Seriña), un subdirector (Biól. Juan Manuel Salazar), un jefe de departamento (Biól. Manuel Palma), un técnico operativo (Biól. Fernando Reyes), un administrador (Lic. Mirella Hernández) y una secretaria (Rocío). La dirección de la reserva cuenta con un presupuesto de 1.200.000 pesos de los recursos federales. A partir del año 2002 cuenta con 1.200.000 pesos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su nombre en inglés). Los recursos económicos otorgados por el GEF tienen como objetivo fortalecer el área protegida en sus gastos de operación. El equipo de campo consta de tres camionetas, un auto, radios, binoculares, una cámara fotográfica, sistema de posición global (GPS) y computadoras. Las oficinas de la reserva se encuentran en la ciudad de Tehuacán, y actualmente se trabaja en el acondicionamiento de una estación de campo en la comunidad de Cuicatlán, Oaxaca.

Los programas de trabajo que desarrolla el personal de la reserva son talleres de ecotécnias para la construcción. Estas técnicas son aplicadas en nuevas construcciones con el fin de no romper con el entorno del paisaje, para lo cual utilizan elementos de construcción como el adobe, tierra comprimida y letrinas secas. Existen programas de empleo temporal para la construcción de casetas de vigilancia en puntos estratégicos de las comunidades de Quiotepec y Santiago Dominguillo, en el estado de Oaxaca. Estos programas son implementados gracias a fondos provenientes de PRODERS.

El programa de vigilancia funciona con comités comunales donde los comuneros son los encargados de vigilar los recursos naturales. Estos a su vez están en comunicación con la dirección de la reserva, la cual monta operativos junto con las autoridades judiciales y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA). Los operativos se efectúan contra cazadores, traficantes de especies silvestres y taladores. También, por medio de los programas temporales de empleo se hacen algunas recolectas de basura.

Los programas de desarrollo que se han considerado a corto plazo son el de reforestación y el de prevención de incendios. Otro programa que ya se había iniciado en la anterior administración es el de las Unidades de Manejo y Aprovechamiento Sustentable de Vida Silvestre (UMAS). Este programa de UMAS no tuvo el éxito esperado, ya que la capacitación y apoyos financieros a las comunidades no fueron continuos, ni los que se necesitaban para llevar a término los proyectos. Un ejemplo del fracaso de este programa es el de la iguana (Ctenosaura pectinata), en el que nunca se terminaron las instalaciones para establecer un criadero, y además las personas de la comunidad encargadas de UMAS no recibieron capacitación o cursos para el manejo de la especie. Actualmente, la dirección de la reserva piensa retomar el programa de UMAS en dos comunidades que desean aprovechar especies como el venado cola blanca.


Programa de Unidad de Manejo y Aprovechamiento (UMA) de la iguana negra. Este tipo de programas se deben retomar e implementar

2 comentarios:

  1. hola
    felicidades x su trabajo esta mb me gusto mucho x mi parte yo desconocia este lugar pero por lo que lei esta muy bonito el lugar bueno me retiro




    atte cultura aafricana

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  2. Felicitaciones por el articulo. La fotografía en blanco y negro de un pequeño cerro, corresponde al cerro de La Máscara, en el municipio de El Fuerte, Sinaloa. La fotografía del petrograbado en forma de planta invertida, se localiza en la parte baja del mismo cerro de La Máscara, junto o en la laguna que se forma al pie del cerro en el lado surponiente.

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